lunes, 18 de enero de 2010

La Ribera, entre el Jarama y el Sorbe


Las comarcas de Guadalajara llamadas La Campiña y la Sierra Norte, tienen una frontera común muy peculiar. Según conviene, esta frontera baja o sube su ubicación en el mapa, incluso deja espacio entre ellas. Sobre todo cuando se trata de Turismo o de Cultura.

La realidad es que hay una zona de transición entre la Campiña y la Sierra Norte que tiene una idiosincrasia propia, muy diferente de sus vecinas, conformando una micro-comarca con carácter. Algunos están empeñados en que así se reconozca y la han bautizado con el nombre de La Ribera.

Está ubicada entre los ríos Sorbe y Jarama, con apenas 500 kms de superficie y distancias que no superan los 25 kms. Doce pequeños pueblos lleno de encanto conforman la Ribera, tierra de contrastes y de color que se ha mantenido auténtica y despoblada desde los años sesenta. Una vegetación exuberante y la cordialidad de sus gentes invitan a visitarla.

Un paraíso por descubrir, a una hora de Madrid y a treinta minutos de Guadalajara.

domingo, 17 de enero de 2010

LAS SALINAS DE ULLO

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Uno de los atractivos para Vilaboa es la Ensenada de San Simón, espacio natural de gran interés ornitológico. En dicha ensenada se encuentran las Salinas del Ullo. Estas se remontan al reinado de Felipe IV en el siglo XVII cara al año 1637.


Las salinas comenzaron a ser explotadas por el Colegio de los Jesuitas de Pontevedra en 1694 y alcanzaron gran importancia en los siguientes años. A finales del siglo XIX, se construyó uno de los pocos molinos de mareas existentes en Galicia, con un funcionamiento que se basaba en el aprovechamiento del movimiento de las corrientes del fondo de la ría para generar fuerza hidráulica.

Las salinas y marisma de Vilaboa forman parte de una zona intermareal y constituyen un entorno de incalculable valor ecológico y de gran belleza paisajística. Su recuperación incluye la creación de áreas de observación de aves o de contemplación del paisaje, así como la rehabilitación de caminos.
Este conjunto de pinos, robles, sauces y abedules, y las marismas sirven de refugio a una numerosa colonia de aves migratorias, en las que pueden llegar a albergar hasta 3.500 aves invernantes.

lunes, 11 de enero de 2010

ESCALADA DEPORTIVA EN ALANGE


Los aficionados a la escalada disponen de una docena de escuelas en Extremadura.
La mitad de ellas se localizan en la provincia de Badajoz, estratégicamente repartidas por su amplia extensión: Zafra, Alburquerque, Benquerencia de la Serena, Puerto Peña y la más céntrica y cercana a la capital autonómica, Mérida, de la que la separan sólo 17 kilómetros, es Alange.

En el cerro del castillo de Alange se encuentran 136 vías dispuestas para la escalda deportiva, repartidas en 19 sectores. El tipo de escalada predominante son las placas verticales con regletas, aunque existen algunas vías que discurren desplomadas, sobre fisuras, e incluso algún techo. La roca es cuarcita. Las mejores épocas para practicarla son la primavera y el otoño.

Esta escuela está muy bien valorada entre los expertos. Además de sus excelentes condiciones para la práctica deportiva, los paisajes sobre el embalse de Alange son espectaculares.

El acceso por carretera más cómodo es por la EX 105, a la que se llega por la salida 636 de la Autovía de la Plata (A-66). En dos horas puedes hacer el recorrido desde Sevilla, y en algo más de tres horas desde Madrid.

En el pueblo hay una amplia oferta de alojamientos de todas las categorías y precios. Para grupos de 8 o 10 personas una opción magnífica es la casa rural La Casina, que puede reservarse en contratación íntegra en este teléfono: 646 75 11 39, www.casaruralacasina.com

Se puede obtener más información sobre la escalada deportiva en Alange en el siguiente enlace: http://escaladaenalange.spaces.live.com/

jueves, 7 de enero de 2010

Almadías en Navarra






LAS ALMADIAS




En los valles pirenaicos navarros de Roncal, Salazar y Aézcoa, el aprovechamiento de los bosques ha sido desde tiempos inmemorables la principal fuente de ingresos -gracias a ellos se construyeron barcos de la Armada Real, el Canal Imperial, la Ciudadela de Pamplona o el Palacio Real de Olite- y las aguas de sus ríos el medio para transportar la madera hasta los lugares donde podía ser vendida para su transformación. Esta madera era transportada en las llamadas "almadías".
La almadía es una balsa formada por varios tramos de maderos de idéntica longitud amarrados entre sí mediante jarcias vegetales (vergas de avellano, mimbre silvestre, etc.), con remos en la punta y en la zaga cuya misión es dirigir o conducir la balsa por el cauce del río.
Aunque en la Edad Media eran los aragoneses quienes más utilizaban este tipo de transporte en el Pirineo, a partir del siglo XVII, fueron las almadías navarras las que empezaron a descender en mayor número, más de mil al año desde Roncal. Bajaban por el río Esca y el Irati, rumbo al río Aragón y posteriormente al Ebro, en un viaje de una semana que solía acabar en Zaragoza.

Ser almadiero era un modo de vivir instalado en el riesgo y la aventura muy arraigado entre los habitantes montañeses, y varios de ellos pagaron con su vida los peligros de los rápidos y los remolinos, las presas, las piedras y la velocidad de las aguas crecidas por el deshielo primaveral.

La evolución de las carreteras y los medios de transporte, así como la construcción del pantano de Yesa, acabaron con esta actividad en el año 1951.

Hoy, gracias al Museo de la Almadía, en Burgui, valle del Roncal, tenemos la oportunidad de rememorar este ancestral oficio. La exposición se compone de numerosas fotografías, publicaciones, documentos, películas y reportajes audiovisuales que tienen a la almadía y los almadieros como protagonistas. Asimismo podrá conocer los trajes de época de los almadieros y los diferentes útiles y herramientas utilizados en la elaboración de estas embarcaciones, así como otros temas relacionados con la vida del valle.

Para poner la guinda a esta visita, puede realizar el sencillo sendero "Burgui, pueblo de los oficios", en el que además de contemplar una almadía a tamaño real, descubrirá un horno de pan, una carbonera, una nevera medieval y una calera.


Más información en : http://www.almadiasdenavarra.com/

viernes, 1 de enero de 2010

Escalada en Ponoch ( El León dormido )






Son pocas las montañas que nos ofrecen tanta belleza cerca del mediterráneo, como la que nos ofrece Ponoch ( El león dormido ) como le bautizó el famoso escritor y poeta Gabriel Miró. En el termino municipal del bonito y pintoresco pueblo de Polop de la Marina, (Alicante).

Sus vistas a toda la bahía de Altea, animan a iniciar una y otra vez las vías de escalada (vía ferrata) que unos excelentes escaladores dispusieron en su dura roca.

Su cima es una de las más altas de la Marina Baixa, alcanzando los 1.181 metros. Son famosos sus riachuelos, barrancos (Gulapdar), y pozos existentes en las laderas.

Protegido desde la cota 400 por la declaración de paraje natural, nos ofrece desde la cima unas bonitas vistas tanto del mar, como de las sierras de Puig Campana, Aitana , Sierra Gelada, Bernia, el Collado del Llam, el Tossal de Grau, etc. así como de los cascos urbanos y urbanizaciones de Polop, la Nucia, l´ Alfaz del Pi, Benidorm, Callosa, etc., también se pueden contemplar caseríos como Mas del Secretari, Mas de la Carrasca, Mas de la Monja, Casa de Dios, etc.

Es destacable la cueva de forma piramidal denominada Cueva Moscarda, y los senderos de pequeño recorrido como el PRV 13 (de Polop a Finestrat) en donde puedes visitar la sierra de Puig Campana , el PRV 15 (de Polop al Barranco del Salt), el PRV 16 (de Polop al Monte Ponoch).

Si sois amantes de la Naturaleza y de los bonitos paisajes que combinan a la perfección mar y montaña, no os podéis perder estas impresionantes vistas. La Casa Rural “Ravalet 21” dispone para ti de todo lo necesario para que te sientas como en tu propia casa.